Ayer por la noche asistimos al funeral de Rosario «La Jitana», la guardabosques norn de nuestro compañero Necron. El acto duró casi una hora, pues desde que llegamos a la lejana Hoelbrak, compramos las bebidas y comenzamos con el oficio trancurrió bastante tiempo.
Este personaje tan peculiar era la matriarca del clan Las Poligoneras. Su principal ocupación era la de amenazar, atracar y extorsionar a los transeuntes que paseaban tranquilamente por Arco del león y Hoelbrak. Asi como asesinar a sangre fria y rajar con su «navaja d’arbasete» a sus rivales en combate. La matriarca gitana siempre iba acompañada de su leal mascota, La Sheila, quien pasó a mejor vida junto con su dueña.
El funeral tuvo lugar en la ciudad de Hoelbrak, hogar de la raza norn, en el gélido emplazamiento del Lago del Luto. Allí nos reunimos tanto los miembros del clan Twilight of Spirits como los del clan Las Poligoneras, dado que los integrantes de ambos somos los mismos. Tras comprar litros y litros de cerveza, aguardiente y whisky de la mejor calidad, procedimos a beber como cubas hasta ver los efectos del alcohol reflejados en nuestros monitores. Un vez todos hubimos pillado una borrachera descomunal, como manda la tradición de los norn, iniciamos el acto fúnebre.
Skorn y Astrid actuaron como plañideras, llorando desconsoladamente la pérdida de la matriarca. Juana se dedicó a profanar el cadaver dando saltos sobre el mismo y diciendo incoherencias (cosa normal, dado su estado avanzado de borrachera). Ona presentó sus respetos a la difunta y se quedó llorando en silencio. Lylhitia se perdió por el camino, aunque logró llegar a tiempo para dar el último adiós. Finalmente, Temashako ignoró al resto de los asistentes y se dedicó a jugar al lanzamiento de barricas con los lugareños. Sin embargo, más tarde roció el cuerpo de la difunta con una barrica de cerveza, tal como dicta la tradición, para asegurarse de que Rosario se fuera «contenta» para el otro barrio.
Tras finalizar el acto fúnebre todos volvimos a nuestros hogares con gran tristeza en el corazón y una resaca monumental en la cabeza. La vida en Tyria nunca será igual sin nuestra matriarca gitana. Te echaremos de menos Rosario.
Ay que bonito, voy a llorar. Rosario sigue robando en el cielo para que tu marido, el Patriarca, pueda resurgir del infierno con sus poderes de Retornado dentro de unos meses. Quizás el Patriarca pueda ser una lechuga por culpa de esas borracheras en Arco del Leon.
Por siempre y para siempre Rosario seguirá en nuestras navajas. (Cuenta la leyenda que a veces puedes ver el reflejo de Rosario en tu navaja)